Plumas-Estilográficas Maki-e

Plumas-Estilográficas técnica Maki-e

La técnica conocida bajo el nombre de Maki-e tiene su origen en ancestrales tradiciones decorativas procedentes de China, si bien es en Japón donde se desarrolla durante el periodo Heian (siglos VIII-XII) y florece durante el conocido como periodo Edo (siglos XVII-XIX).

Su uso se centró en un primer momento en la elaboración y decoración de objetos del hogar para las familias nobles, sin embargo su aplicación a la decoración de plumas estilográficas es relativamente reciente. En efecto, no fue hasta la segunda década del siglo XX, cuando Ryosuki Namiki (fundador de la mítica fábrica de estilográficas japonesas) y su ya entonces amigo Masao Wada, ponderaron conjuntamente, la posibilidad de aplicar esta ancestral y artesanal técnica a la fabricación de objetos de escritura en su recién fundada sociedad Pilot. La razón que motivó el uso de esta técnica, fue básicamente el hecho de que el material usado en aquellos años para la elaboración de plumas estilográficas era la ebonita, que con el paso del tiempo adquiría antiestéticas coloraciones amarillentas motivadas por aflorar a la superficie de la estilográfica restos de azufre, componente de la ebonita. Para evitar este efecto Namiki, pensó en la posibilidad de aplicar sucesivas capas de laca al cuerpo de la estilográfica, Pilot contó para la elaboración de estas estilográficas con uno de los mayores expertos en Maki-e de la época, Gonroku Matsuda, profesor de la Universidad Nacional de Tokio.

Las lacas para la técnica Maki-e, se obtienen de la sabia del conocido como árbol Urushi, puesto que cuando este barniz natural se seca resulta impermeable a los productos químicos y muy resistente tanto al agua como a las temperaturas extremas. La técnica en sí, resulta aparentemente sencilla, consiste en aplicar la laca sobre el cuerpo y el capuchón de la pluma estilográfica, y cuando todavía está húmeda, se realiza un dibujo, normalmente con pigmentos de color (polvo de oro, plata, nácar, lapislázuli etc), sobre el que se aplican sucesivas capas de laca transparente, pulidas manualmente con carboncillo cada una de ellas. Por último la pieza se barniza con un aceite especial, con el fin de lograr el mayor brillo posible, todo este proceso supone un periodo mínimo para la elaboración de una solo estilográfica.

La extensión de este tipo de estilográficas en Occidente, se debe en buena medida al empeño de Alfred Dunhill en la década de los treinta que previo acuerdo con Namiki empezó a comercializarlas en Europa. Hoy en día son muchas las marcas que utilizan la técnica Maki-e en algunas de sus series limitadas más exclusivas, por supuesto no sólo japonesas que ya lo hacían caso de marcas como Sailor Platinum, o la menos conocida y ya extinta Arabian/Ford , sino de europeas como Pelikan o Conway Stewart y norteamericanas como Krone.

Bajo el nombre genérico de Maki-e, lo cierto es que a modo de sinécdoque se confunde la Tagidashi Maki-e, descrita anteriormente, junto a la técnica Maki-hanashi, en la que el dibujo se deja secar sin ulterior pulido. Dependiendo del relieve alcanzado, se suele distinguir entre la Hiramaki-e, en el que la diferencia de relieve es apenas perceptible, y la Takamaki-e en el que existe un notable contraste de relieves.

En la imagen, estilográfica Sailor Maki-e Owl.

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