Historia de los lápices y plumas Faber-Castell
La historia del fabricante Faber-Castell se remonta a 1761, cuando Kasper Faber empieza a fabricar el lápiz de mina en el mercado de Nuremberg. De 1784 a 1810, su hijo Anton Wilhelm Faber se hace cargo de la compañía, período de tiempo en el que la compañía sufre un crecimiento espectacular; todo lo contrario sucede con la tercera generación, cuando Georg Leonhard Faber lucha porque la empresa familiar no desaparezca. En 1839 le sucede su hijo Lothar von Faber quien sitúa a sus lápices en las más altas cotas de calidad, ampliando considerablemente el mercado e inaugurando nuevas fábricas.
A comienzos del siglo XX, el matrimonio entre la hija y heredera de Wilhelm von Faber, la Baronesa Ottilie von Faber, y el Conde Alexander zu Castell-Rüdenhausen hacen que la compañía pase a llamarse Faber-Castell; y en 1905 nace el famoso lápiz Castell 9000. Ante la muerte del Conde Alexander en 1928, la dirección recae en su hijo, el Conde Roland von Faber-Castell, hasta 1978, que pasa a su hijo el Conde Anton Wolfgang von Faber-Castell, octava generación. Hoy Faber-Castell es, sin duda alguna, uno de los mejores fabricantes de lápices, portaminas y estilográficas.
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